¿Alguien puede decir que no conoce a Dario Barassi?
Me parece difícil de creer, es uno de los conductores más populares del momento, su programa 100 Argentinos dicen es uno de los más vistos de la tarde y por eso anoche se llevó la tan ansiada estatuilla, el Martín Fierro al mejor programa de juego de preguntas.
Aunque su vida parecía que iba por otro camino, ya que después de haber terminado el colegio secundario en San Juan, Dario se mudó a Buenos Aires para estudiar Derecho y seguir el mismo camino que había recorrido su padre abogado.
Recordando su etapa como estudiante de leyes, se definió a sí mismo como “un buen alumno” con “gran capacidad de diálogo e inventiva”. Aunque no se arrepiente para nada de haber cursado abogacía, reconoció que “hubiese sido mejor estudiar algo con un aspecto más creativo”.
Cuenta que de chico era muy observador, el parodiador de la familia. Esperaba los cumpleaños y las Navidades para cantar temas de Juan Luis Guerra y de Clericó con Cola e imitar a sus parientes en los “shows” de cada reunión.
Pese a sus dotes histriónicas recién en quinto año lo dejaron estudiar teatro. En su casa primero era la escuela, el deporte, inglés, francés y al final, las actividades artísticas.
Reconoce que era un excelente alumno, fue abanderado y escolta. “Me gusta estudiar, leer, tengo buena memoria, así que la carrera de abogacía no me costó, por más que no tuviera vocación”.
Pero Barassi a pesar de haberse graduado de abogado con honores, no pudo desoír por más tiempo a su vocación, a sus ganas de actuar, y fue así que acompañando a un amigo a un casting para ser notero de AM (Antes del Mediodía), en Telefe, que conducían Leo Montero y Verónica Lozano, queda seleccionado para ser uno de los panelista del programa.
Y a partir de ahí no paró más, tele, cine, teatro. Hoy vive de su pasión, de su vocación, ama lo que hace y eso se nota, traspasa la pantalla.
Por eso te recuerdo que nunca es tarde para conectar con tu vocación, para perseguir un sueño, sólo debes tomar la decisión, dar el primer paso, y si querés ayuda, acá estoy para acompañarte en el camino.